Esto no es un diario rosa ni nada por el estilo. Es más bien una creación ficticia a partir de la experiencia personal de convivir con seres del sexo opuesto; experiencias esta, cabe anotar que no son solo mías sino de otros hombres y por supuesto de otras mujeres además de la mujer que es actualmente el sol de mis días. Como se trata de una historia de amor, debe tener cuando menos dos protagonistas; Gregoria y yo.
Gregoria es simplemente un nombre, que era el de mi bisabuela por coincidencia, que en realidad lo tomo de mi época de estudiante de arquitectura pues así se refería una maestra a la figura humana, infaltable en las diferentes representaciones que se debían hacer de los proyectos de diseño. De manera que ella será, para este ejercicio, Gregoria y Yo seré yo, sumado con los hombres que de manera anónima aporten a este alter-ego.
La idea de crear este blog resultó, no podía ser de otro modo, a causa de una Charla de Lecho. Gregoria y Yo estamos en el proceso de acostumbrarnos a tener un vecino de almohada, y aunque llevamos un par de meses en ese proceso ahora creo que nunca debe terminarse de aprender. Se debe estar siempre dispuesto a hacer lo correcto y preparado para terminar durmiendo culo con culo con la persona que se ama.
Es que hay que ser sinceros; ¿quién carajo es capas de aprenderse todas las manías de las mujeres?
